Hacer las cosas con excelencia y humildad

 

"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres"

Colosenses 3:23

Realizar todo cuanto hagamos con excelencia en el ministerio de alabanza y adoración, en un marco que no sólo engloba el día que te toca cantar o tocar en el grupo de alabanza, sino cada día de nuestra vida, y además con espíritu de humildad buscando y confirmando que todo cuanto hacemos es inspirado por Dios para su gloria. Como dice la palabra en Romanos 12:1-3, debemos entregarnos en sacrificio (esto es dejar nuestro viejo yo y tomar consciencia de que vivimos para glorificar al Padre en cada momento para ver que su voluntad es buena, agradable y perfecta) para ser transformados y “no teniendo un concepto de uno mismo más alto que el que debemos tener”.  

 

Cuando estamos adorando, el grupo de alabanza no debería buscar sólo la técnica para la ejecución de la música. Se trata de trabajar más nuestra relaciones espiritualmente, ya que lo que nos diferencia de un grupo de música convencional, es el grado de compromiso que día a día tenemos con el Señor. Eso es lo que realmente hace cambiar la manera de expresar las letras que cantamos e intentamos transmitir a la congregación o en el concierto que podamos estar haciendo para evangelizar o enseñar la palabra allá donde estemos ministrando. La adoración es una respuesta, que cambia nuestro interior para que el mundo pueda ver reflejado el rostro de Cristo en nosotros.

Musicalmente podemos cantar y ayudar a la congregación a llegar al Señor, pero... ¿qué pasa cuando sólo nos dirigimos a la congregación musicalmente, sin hacer un alto en las letras de las canciones? Letras que son inspiradas por Dios para su gloria. Letras que son una expresión común en la alabanza congregacional, con su consecuente responsabilidad a la hora de cantarlas al Padre. Letras que pueden ayudar la mayoría de veces a que el Espíritu Santo se mueva y obre en nuestras vidas. Letras que si están en boca de todos cuando se cantan, deberían ayudar a la expresión de todo el pueblo cantando los mismo de igual manera… hay muchas personas que no pueden expresar mediante la oración pública lo que su corazón siente, pero cantar en la iglesia les ayuda a sentirse unidos en un mismo sentir hacia el Señor. Esas letras ayudan a la expresión de un mismo sentimiento hacia el Padre. De ahí la importancia de las mismas.

Muchas veces nos encasillamos en técnica, tonos, acordes, etc... que no está mal, pero que sólo es una parte de la música o temas que tenemos la responsabilidad de transmitir a nuestros hermanos o personas a las que estamos compartiendo el evangelio... "Las buenas noticias". No tiene la misma carencia una canción que se toca y canta, que una canción que toca tu corazón cuando la estás tocando o cantando. Eso transmite de una manera mucho más expresiva y clara lo que estás cantando. Cuando la canción toca tu corazón, esta puede tocar los corazones de aquellos que simplemente la están escuchando.